Concierto sobre el Himno Nacional

04.05.2023

España, la nación más antigua de Europa, tiene unos símbolos que la representan que son también los de origen más remoto. Por tanto, no debe extrañar que algunas notas de nuestro Himno Nacional pudieran nacer, según el arabista Julián Ribera, en la segunda frase musical de la cantiga XLII de Alfonso X el Sabio. Si esta afirmación puede considerarse conjetura, no lo es el que su melodía, excepto el cierre melódico, sea la de una pavana utilizada por la guardia personal de los Reyes Católicos.

Sobre la anterior composición, el vihuelista Enríquez Valderrábano realizó la Glosa sobre la Pavana Real en el siglo XVI; feliz vicisitud que ha permitido su conservación. La música ya se escribía entonces como actualmente y no debe haber dudas sobre su identidad.

De todas formas, debemos considerar que el antecedente directo e inmediato de nuestro es la Marcha Granadera o de Granaderos, compuesta por el músico de la Casa Real Manuel de Espinosa en la década de los 60 del siglo XVIII sobre la base de la citada pavana y con un cierre melódico de origen turco, traído de Francia. Su trabajo compositivo debe enmarcarse dentro del proceso de reglamentación de los toques de la guerra y como consecuencia de la promulgación de las Reales Ordenanzas de Carlos III.

A partir de 1769, los granaderos, fuerza de elite de Infantería, emplearían reglamentariamente su marcha como toque de honor. Cosa que hicieron con mucha frecuencia los granaderos de la Guardia Real, pues realizaban la guardia exterior del palacio, además de acompañar asiduamente a los reyes; quizás por ello, el pueblo madrileño acabó por identificarla con los monarcas, adquiriendo esta modesta composición carácter real. La citada cualidad se intensificaría y ampliaría durante la Guerra de la Independencia hasta ser considerada símbolo patriótico. Este pudo ser uno de los motivos, aunque no el principal, por el que se decretase su utilización como único toque de honor en 1815.

Identificada la Marcha Granadera por los liberales con el antiguo régimen, fue sustituida por el Himno de Riego durante el trienio liberal (RD.7-IV-1822); pero se recuperaría como Marcha Real en la boda de Isabel II (1846). Siete años más tarde, sería declarada oficialmente Marcha Real (RD.5-XI-1853).

Durante el régimen que siguió a la revolución septembrina del siglo XIX, Prim ordenó la sustitución provisional de la Marcha Real por otra compuesta por el músico de origen italiano Squadrani. Esta composición no le había gustado y por ello convocó un concurso con el fin de dotar a España de un himno el 4 de septiembre de 1870, que fue declarado desierto. Como consecuencia, Amadeo I de Saboya reconocería finalmente a la Marcha de Granaderos, como Marcha Nacional Española (RD. 8-I-1871).

De nuevo la Marcha Real fue sustituida por el Himno de Riego durante la II República, pero volvió a ser recuperada como Himno Nacional en Sevilla (27-II-1937) por el General Franco, quien ratificó dicho carácter el 17 de julio de 1942.

Del conjunto de sus hermosos acordes, que nos hacen evocar glorias nobles, puede decirse lo mismo que Cánovas escribió del color rojo:

            Ha sido maduramente formado por los siglos es nuestra madre patria y elegido y adoptado por              los españoles de más valor moral y científico.

Durante el ultimo trimestre del presente año, esta asociación, en colaboración con la Academia de Caballería, tiene previsto organizar un concierto en el que se recoja la historia y vicisitudes seguidas por nuestro Himno Nacional