Del rayadillo al kaki

10.02.2024

                                                                             Por Tomás Alonso Marcos, coronel de caballería (Retirado)

Artículo publicado en el Memorial de Caballería número 96

Entre mediados del s. XIX y el primer cuarto del s. XX, se produjeron cambios significativos en la uniformidad de las unidades del Ejército. El uniforme de rayadillo y el posteriormente adoptado color kaki, marcaron la fisonomía de las unidades de caballería que protagonizaron las principales gestas en el norte de África, como pueden ser las cargas de Taxdirt o la gesta del Regimiento Alcántara.

Las cargas de Taxdirt y del río Igan. Óleos de Ferrer Dalmau
Las cargas de Taxdirt y del río Igan. Óleos de Ferrer Dalmau

Muchas veces me he preguntado por qué en algunas de las fotografías de 1920 y 1921, como la que acompaña a estas líneas, hay diferencias en los uniformes. En esta, tomada días antes de los sucesos de julio de 1921 y en la que se puede reconocer al coronel Francisco Manella [1], jefe del Regimiento de Cazadores de Caballería Alcántara número 14, y al teniente coronel Primo de Rivera a su izquierda, observamos algunas guerreras que llevan el cuello cerrado y otras, abierto de solapas.

Pero antes de llegar a los detalles de la fotografía, veamos cómo evolucionaron los uniformes de los territorios españoles en el norte de África, adelanto que también fueron años muy agitados para la uniformidad.

Jefes y oficiales del Regimiento Alcántara (Museo de la Academia de Caballería)
Jefes y oficiales del Regimiento Alcántara (Museo de la Academia de Caballería)

El uniforme de rayadillo

Los antecedentes del uniforme de rayadillo utilizado en la Península y en los territorios del norte de África, en los primeros años del siglo XX, se remontan a la presencia de las tropas españolas en los territorios de Ultramar, Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El paño que se utilizaba aquí en los uniformes no era lo más indicado para el clima tropical y hubo que adaptar el vestuario de nuestros militares.

A finales del siglo XVIII, todos los cuerpos fijos y milicias de aquellos lejanos territorios utilizaban uniformes de diario, denominados de lienzo o dril, confeccionados en algodón, lino o cáñamo. Por su parte, a las tropas de refuerzo que vestían los mismos uniformes que llevaban en la Península, con el tiempo también se les iría equipando con los de lienzo.

Es a mediados del siglo XIX cuando en nuestras unidades de las guarniciones de Ultramar se empieza a utilizar para diario, prendas prácticas y económicas confeccionadas con tela de coleta. En Cuba, denominaban coleta, a la tela azul de Prusia con listas blancas que se empleaba en las prendas que utilizaban los campesinos y trabajadores de la isla. A finales de siglo, se le llamaría rayadillo a este tipo de tela.

El uso de los trajes de paño para las tareas diarias no era práctico ni económico. Por real orden circular, recogida en la colección legislativa de 1885, se adopta un traje de cuartel para la tropa del Arma de Infantería compuesto por pantalón y blusa de lienzo, prendas más duraderas y baratas, pudiendo reemplazarse, en algunos casos, la blusa por la chaqueta de la misma tela.

También en 1885, se aprueba la cartilla de uniformidad para el Arma de Caballería, donde se ordenaba que, para el servicio de caballerizas, provisiones, policía y demás actos equivalentes, la tropa usara el traje de faena, compuesto por chaqueta larga y pantalón, de tela rayada de algodón, teniendo dichas prendas la holgura suficiente para llevar debajo de ellas, en caso necesario, la chaqueta de cuartel y el pantalón de paño.

Estos trajes de faena se fueron confeccionando con rayas negras o marrones que, a diferencia del rayadillo de Ultramar que en la distancia daba un aspecto azulado, daban una apariencia de blanco. Según documentación gráfica de la época, en la guerra de Melilla (1893-1894), conocida también como la «Guerra de Margallo» algunas unidades utilizaron para campaña, los trajes de faena.

.   Guerra de Margallo, 1893-1894 (Blanco y Negro, 4 de noviembre de 1893)
. Guerra de Margallo, 1893-1894 (Blanco y Negro, 4 de noviembre de 1893)

El uniforme de verano

Por real orden circular de 19 de junio de 1901, para atenuar los rigores del clima por el uso del uniforme de paño, se dictan una serie de medidas en algunas regiones de la Península, islas y posesiones de África. Entre ellas, la de utilizar durante el verano, el traje de rayadillo para ejercicios, maniobras, marchas y servicio ordinario de plaza en los días no festivos en Andalucía, Valencia, Cataluña, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. Las unidades que no dispusieran del uniforme de rayadillo y tuviesen uno de faena nuevo, lo podrían utilizar de manera provisional.

Esta orden también mencionaba el interés por adquirir un uniforme de tela azul, cuya guerrera tendría la forma de las utilizadas en Cuba, sin botones detrás y cuello alto con el emblema o número del cuerpo.

El 13 de julio de 1901, se dispuso que la tropa de todos los cuerpos del Ejército residentes en la segunda, tercera y cuarta regiones, Extremadura, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, utilizaran durante el verano, en las actividades ya señaladas, un nuevo uniforme. La guerrera debería ser de tela de algodón azul tina sin brillo, igual al guingón —tela asiática similar al algodón—de los pantalones que se usaron en Filipinas, el pantalón de igual tela que la guerrera, sin franja ni vivo alguno, y el gorro de la misma tela, de forma cilíndrica.

Hasta disponer del uniforme de verano descrito en el párrafo anterior, la misma orden autorizaba a utilizar los uniformes de rayadillo usados en Ultramar y los trajes de faena, que estuvieran en buen estado o los uniformes de rayadillo depositados como reserva en Canarias. Días después, una real orden, permitía a los jefes y oficiales destinados en las regiones citadas usar durante el verano el uniforme azul o el de rayadillo y este último a los oficiales generales.

Por real orden de 2 de julio de 1902 se justificó la necesidad de que todo el Ejército adoptara un uniforme de verano, que se compondría de guerrera y pantalón de tela azul semejante al guingón para las clases de tropa y de rayadillo para generales, jefes y oficiales. Casi un año después, por real orden circular de 18 de junio de 1903, quedó sin efecto esta orden para los mandos, aunque durante el verano, se podría autorizar a las clases de tropa, para guardias e instrucción, el uso del traje de faena y el de rayadillo o guingón que aún tuviesen. En la práctica, en la campaña de Melilla de 1909, —Guerra del Rif—, las unidades vestían el traje de faena con rayas oscuras, también conocido como uniforme de rayadillo.

Era una época de continua experimentación buscando el uniforme más idóneo. Por real orden de 1 de junio de 1903, se declaró reglamentario para las tropas de todas las armas y cuerpos del Ejército, de guarnición en las islas Baleares, el uso de un traje de faena fabricado en tela de algodón de grano de pólvora de color siena, que se usaría como uniforme de verano.

Capitán de artillería con el uniforme kaki reglamentario en 1906. (J. M. Bueno)
Capitán de artillería con el uniforme kaki reglamentario en 1906. (J. M. Bueno)

Tras los resultados obtenidos con los diferentes uniformes de verano ensayados en algunas guarniciones, en mayo de 1906, se declaró reglamentario para las fuerzas de las regiones segunda y tercera, capitanías generales de Baleares y Canarias y gobiernos militares de Ceuta y Melilla un nuevo uniforme de verano, pero se autorizaba el uso de los trajes de faena o de verano anteriormente utilizados hasta agotar sus existencias. La guerrera de los generales, jefes y oficiales sería de tela kaki, de cuello vuelto con el emblema o número del cuerpo en los extremos, y el pantalón de igual tela, sin franja ni vivos.

En cuanto a la tropa, se pretendía continuar con los estudios y ensayos necesarios para conseguir dar al uniforme de verano el tono de color que mejor cumpliera las condiciones que imponían «la guerra moderna y sus medios de combate». Sus prendas se confeccionarían con la tela que se empleaba en los trajes de faena, siendo su forma y detalles idénticos a los de los jefes y oficiales, sin más diferencia que la supresión del cordón de seda que la guerrera llevaba en las bocamangas.

Teniente del Regimiento Húsares de la Princesa con el uniforme de rayadillo en 1911 (J. M. Bueno)
Teniente del Regimiento Húsares de la Princesa con el uniforme de rayadillo en 1911 (J. M. Bueno)

Teniendo en cuenta el éxito obtenido con el uso del traje de faena en la guerra del Rif, por real orden circular de 27 de junio de 1910, se dispuso que en todas las plazas se utilizara durante la época estival el uniforme de rayadillo con rayas oscuras. A las guarniciones de la segunda y tercera regiones, capitanías generales de Baleares y Canarias y gobiernos militares de Ceuta y Melilla, se les permitiría el uso del uniforme de verano de color kaki aprobado en 1906.

En 1911 se autorizaron los golpes de color en cuello y bocamangas, sujetos con corchetes, de quita y pon. Así, el oficial de la figura los lleva de color azul por pertenecer al Regimiento Húsares de la Princesa.

El uniforme de verano kaki

Por real orden circular de 2 de abril de 1914, se dejaron de confeccionar los trajes de faena de rayadillo, ya que los próximos iban a ser de tela kaki, aunque se seguirían utilizando por el tiempo de duración señalado. Por reales órdenes de mayo y junio del mismo año, se declaró reglamentario en todas las armas, cuerpos y dependencias del Ejército, en la Península, Baleares, Canarias y territorios africanos, el uniforme de verano de tela kaki, que sería «verdosa-obscura».

Para jefes y oficiales, la guerrera tendría la misma forma en guarnición y maniobras que la de verano que se venía utilizando, sin golpes de color en el cuello ni en las mangas. Para campaña, ligeramente entallada, de cuello recto, dos bolsillos sobrepuestos en el pecho y otros dos en el faldón delantero, la unión de este con la prenda iba reforzada con una pequeña faja sobrepuesta de la misma tela; los botones a la vista, metálicos para guarnición y de cuero color kaki para campaña. En cuanto a la tropa, el uniforme igual al suprimido, con emblemas y botones de metal, que serían sustituidos para campaña por otros de pasta color kaki.

Oficiales del Regimiento Alcántara y Regulares con el uniforme aprobado en 1914 (desastredeanual.blogspot.com)
Oficiales del Regimiento Alcántara y Regulares con el uniforme aprobado en 1914 (desastredeanual.blogspot.com)

El uniforme único

Por real orden circular de 19 de abril de 1920se impartieron reglas para dotar al ejército de un uniforme único, adecuado para campaña y maniobras. Sin duda, influyó en esta decisión la unanimidad, en cuanto al color de los uniformes, de las diversas naciones que habían tomado parte en la guerra europea. Por otro lado, se buscaba para campaña un uniforme sufrido, cómodo y poco visible; este cambio, respecto a los uniformes de paño, facilitaría su mantenimiento, reposición y distribución durante la guerra y su coste sería menor.

Se concedió un plazo de tres años para la instauración definitiva del nuevo uniforme, debido a la preocupación de que la industria nacional pañera no estuviera en condiciones de atender el suministro de las telas adecuadas. El uniforme de verano vigente en ese momento, aprobado en 1914, se podría seguir confeccionando con los mismos géneros de tela kaki que se venían utilizando, pero en su forma se debería adaptar a las normas dadas para el uniforme único.

Por centrarnos en la guerrera, la de los generales era de forma igual, sin más diferencia que el cuello de solapas, en forma de americana, con camisa de cuello vuelto bajo y corbata de nudo, una y otra de color kaki verdoso parecido al paño del uniforme. Sin embargo, la guerrera de jefes, oficiales y tropa llevaría el cuello vuelto.

Uniforme único aprobado por real orden circular de 19 de abril de 1920

Poco tiempo después, el 18 de junio, quedó sin efectos lo publicado sobre el uso del uniforme único. Las razones argumentadas estaban relacionadas con las circunstancias por las que atravesaba la industria pañera española, que dificultaban llevar a cabo la implantación de este uniforme en los plazos establecidos. No se llegó a hacer efectivo hasta 1926.

Se autorizaba a los generales, jefes y oficiales que ya se hubieran equipado con el nuevo uniforme, a continuar utilizándolo de acuerdo a la vida estimada de las prendas. Entre estas dos órdenes de 19 de abril y 18 de junio, por real orden circular de 20 de abril, se introdujeron modificaciones en el uniforme kaki de verano. Entre otras cosas, la guerrera cambiaría su cuello recto por otro vuelto adaptándola así, al modelo del uniforme único.

Hubo un cambio más, el 18 de junio de 1921. Como consecuencia de que se había dejado sin efecto la implantación del uniforme único un año antes por las razones expuestas, se dispuso que se suspendiera también la aplicación de las modificaciones de 20 de abril que afectaban al uniforme de verano, continuando en vigor el uniforme reglamentado en 1914. Los generales, jefes y oficiales que hubieran modificado sus uniformes podrían seguir utilizándolos durante un plazo máximo de dos años.

El uniforme único de campaña kaki

Capitán de Estado Mayor con el uniforme de campaña kaki aprobado en 1922 (J. M. Bueno)
Capitán de Estado Mayor con el uniforme de campaña kaki aprobado en 1922 (J. M. Bueno)

Por real orden circular de 12 de junio de 1922, se reglamentó para el personal del Estado Mayor General, generales, jefes y oficiales del Ejército un uniforme de color kaki verdoso que se emplearía para campaña y guarnición en servicio ordinario, ejercicios y maniobras. La guerrera sería de solapas en forma de americana, cerrada con cuatro botones a la vista de cuero color avellana tostada, con camisa y corbata. En la lámina de J. M. Bueno vemos el uniforme reglamentario en 1922 de color kaki y cueros color avellana.

Varios autores, como José María Bueno, Julio Albi, Francisco A. Cañete Páez o Antonio Manzano, sostienen que en 1920 se introdujeron modificaciones en el uniforme por las que se cambió el cuello de la guerrera a uno de solapas, con camisa y corbata.

En mi opinión y a la vista de las órdenes expuestas anteriormente, esto no fue así; la guerrera abierta que describe el reglamento de 1920 era sólo para generales y el cuello que se modificó para el uniforme de verano en abril de 1920, no lo fue de solapas sino vuelto, en coherencia con el que se acababa de aprobar para el uniforme único de jefes y oficiales.

Prenda de cabeza

Las unidades de cazadores de caballería que llegaron a África utilizaban con el uniforme de faena de rayadillo el chacó con funda de lienzo blanco y cogotera. Antes del comienzo de la campaña de 1909, se adquirieron en Gibraltar salacots ingleses, que en 1913 se cambiaron por un modelo francés.

El salacot no resultó cómodo ni práctico para las unidades de caballería, se rompían con facilidad y duraban poco, así que comenzaron a utilizar para instrucción y campaña la prenda de cabeza que ya figuraba en el reglamento de 1909, el gorro de cuartel, redondo y conocido como gorro «de queso».

El coronel del Regimiento Alcántara con dos de sus oficiales (Mundo Gráfico, 28 de febrero de 1912)
El coronel del Regimiento Alcántara con dos de sus oficiales (Mundo Gráfico, 28 de febrero de 1912)

Se ha hablado mucho de la prenda de cabeza que llevaba la tropa del Regimiento Alcántara en las cargas de julio de 1921, si se utilizó el gorro de cuartel o bien el sombrero de ala flexible.

No tenemos ningún testimonio gráfico de cómo se produjeron aquellas cargas aunque es posible que ya se usara este sombrero por algunas unidades en Melilla. En efecto, por real orden de 20 de abril de 1920, el Batallón de Cazadores de Ronda número 6 de montaña, experimentó este cubrecabezas y fue adoptado por las unidades que de la Península fueron a socorrer a las tropas tras el desastre de Annual y tomar parte en las posteriores operaciones de recuperación del territorio perdido.

Considero que la tropa del Alcántara utilizó el gorro redondo de cuartel en las cargas. Tenemos testimonios como: «hay más —cadáveres—… y cerca de ellos gorros cuarteleros de caballería. Son todos, por lo visto, soldados de caballería…» [2].

Pinturas como la de Moreno Carbonero o la propia escultura de Mariano Benllure, dedicadas a los héroes del Regimiento Alcántara, probablemente se apoyaron en las fotografías posteriores al desastre y han podido influir en otros artistas que han elegido el chambergo en las cargas de Annual.

[2] El Regimiento Alcántara, disipa, como el sol, las nubes a su paso. 1911-1921, Antonio Manzano.

Coronel, oficiales y tropa del Regimiento Húsares de la Princesa (Mundo Gráfico, 24 de agosto de 1921)
Coronel, oficiales y tropa del Regimiento Húsares de la Princesa (Mundo Gráfico, 24 de agosto de 1921)

La fotografía

Volviendo a la fotografía inicial de estas líneas, tomada en 1921, es indudable que se ven guerreras abiertas y cerradas pero, como ya se ha mencionado, no fue hasta 1922 cuando se abrió la guerrera, de manera general, con el cuello de solapas ¿Cuál fue la razón de la convivencia de los dos modelos de guerrera antes de 1922? La ignoro, aunque pudo haber alguna orden que no fuera publicada en el diario oficial.

Supongo que, aprovechando la orden de 20 de abril de 1920 para cambiar el cuello del uniforme de verano, hubo una cierta permisividad para adoptar el cuello de solapas, debido al interés de Alfonso XIII por el modelo del uniforme inglés con este tipo de cuello en la guerrera y a la inminente aprobación del reglamento de 1922.

Sea como fuere, los jinetes del Alcántara cargaron en Annual con estos uniformes, no eran buenos tiempos para mantener una extricta uniformidad, incluso algunos oficiales utilizaron prendas civiles como se puede ver en el museo de la Academia de Caballería.

La uniformidad de nuestros héroes fue un tema menor en los terribles sucesos de lo que se ha denominado el desastre de Annual pero con la excusa de la «fotografía», he podido leer y compartir algunas de las normas de aquellos primeros años del siglo XX con las que, sin duda, trataron de hacer las cosas lo mejor posible [3].

[3] Mi agradecimiento a mi buen amigo José García Valero por sus acertadas observaciones.

Bibliografía

  • Albi, J.: Guerreros y Batallas. El "Alcántara" 1921. La Caballería en el desastre de Annual. Madrid, Almena Ediciones, 2011.

  • Cañete, F.: La Última Laureada. Regimiento de Caballería <<Cazadores de Alcántara>>. Galland Books, 2021.

  • Guerrero, J.: El Ejército Español en Ultramar y África (1850-1925). Los soldados olvidados del otro lado del mar. Madrid, Acción Press S.A, 2003.

  • Manzano, A.: El Regimiento Alcántara 1911-1921. Disipa, como el sol, las nubes a su paso. Madrid, Grupo Atenea, 2012.

  • Guerrero, J.: Paño, lienzo y brin: Una aproximación al estudio de la uniformidad española en Ultramar. (Revista de Historia Militar núm. 85).

  • Bueno, J. M.: varias publicaciones sobre el Ejército de Alfonso XIII.

  • Otras fuentes:

o Colecciones Legislativas, Diarios Oficiales del Ministerio de la Guerra.

o Revistas: Mundo Gráfico, Blanco y Negro.

o Blog de Javier Sánchez Regaña.