El Internado
El Internado fue el
primer edificio de la nueva Academia que se construyó tras el incendio del Octógono del 26 de octubre de 1915.
Su proyecto se firmó en 1919 y fue inaugurado el 1 de marzo de 1924.
Su propio nombre nos proporciona las claves de su diseño y distribución. Los alumnos estaban sujetos a régimen de internado, por lo que debían disponer de los adecuados lugares para su vida y atención. La convivencia en los tiempos libres se concentraba en varias salas del piso bajo, destacando entre ellas el Casino. También debía proporcionárseles una atención sanitaria, un apoyo espiritual y una buena alimentación por lo que no podían faltar la enfermería, la capilla, la cocina y el comedor. Resueltas estas necesidades en la planta baja, las dos superiores albergaron en un principio los dormitorios con capacidad para más de cien alumnos, número que fue descendiendo posteriormente. Con el paso del tiempo y sin sufrir variaciones sustanciales, su inicial distribución fue incorporando las necesarias adaptaciones internas para atender a los nuevos usos y a la continua modernización de sus instalaciones.
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