Entrevista a un antiguo soldado de la Academia

25.11.2022

Por Efrén Fernández Petite

Felipe García Espinilla realizó su Servicio Militar en los años 1974-75 como Voluntario en la Academia de Caballería. Hoy, 48 años despues, nos recuerda sus vivencias de aquella época.

ENTREVISTA

Sr. García Espinilla, ¿podría decirnos cuándo realizó usted su Servicio Militar en la Academia de Caballería?

Ingresé en enero de 1974 e hice el CIR en el EL Ferral del Bernesga y después de la Jura de Bandera fui destinado a la Academia de Caballería donde permanecí hasta octubre de 1975."

Usted prestó su Servicio Militar como Voluntario, ¿por alguna razón en especial?

No, simplemente por que en aquel momento el Servicio Militar era obligatorio, había que pasarlo y de alguna manera era una condición necesaria para acceder al mundo laboral. La razón de elegir la Academia fue precisamente porque allí estaba destinado un comandante que había hecho la Guerra Civil con mi padre y que yo conocía, el comandante Galindo.

¿Qué destino ocupó en la Academia de Caballería y que cometidos realizaba dentro del mismo?

Estuve destinado al servicio de garaje, es decir, nos dedicábamos al mantenimiento de todo el parque móvil de los vehículos militares que había, e incluso de vez en cuando y de forma circunstancial echábamos una mano en los vehículos del personal militar destinado en la Academia, pero vamos fundamentalmente era el mantenimiento de todos los vehículos militares que allí había. Preparábamos los vehículos ligeros y los transportes para las actividades propias de los cadetes que realizaban sus estudios, como los necesarios para actividad propia de las necesidades del cuartel y del servicio en general.

¿Trataban bien los vehículos los cadetes en aquella época?

Realmente sí los trataban bien, lo único que pasaba que como los vehículos tenían por decirlo así "bastantes horas de vuelo", pues lógicamente daban sus problemas y entonces teníamos como mínimo todos los días al menos dos vehículos para hacerles la revisión, el mantenimiento y reparar alguna avería que se producían claro, con el objeto de dejarlos en las mejores condiciones de servicio.

Aparte del servicio de mantenimiento de vehículos ¿desempeñaba algún otro servicio que no fueran los específicos de armas? .... ; por ejemplo ¿alguna vez tuvo que ir a la cocina o hacer mucha limpieza en las instalaciones?

No, ... no,  los únicos servicios que hacíamos aparte eran los específicamente militares como las guardias o los refuerzos que hacíamos durante el día en las puertas de acceso de la Academia; aparte de estos, como servicio cotidiano hacíamos servicio de garaje.

 ¿Hacían guardias en la puerta principal?

Sí.... sí hacíamos guardias en la puerta principal y sobre todo en tiempo de verano que era cuando más tiempo se abrían las puertas y digamos que la entrada de la Academia estaba más concurrida fundamentalmente por turistas que por allí paseaban y que admiraban y fotografiaban el monumento a los "Cazadores de Alcántara, próximo a la puerta. Ahí teníamos algún que otro problema, porque claro... se querían hacer fotos y nosotros les llamábamos la atención porque al tratarse de un edificio militar, estas no estaban permitidas y allí nos tocaba pelearnos con la curiosidad de los turistas, algo que nos resultaba una cosa muy singular.. pero vamos, lo hacíamos muy agradablemente.

Cuéntenos por favor, un poco del tipo de ambiente y relaciones que tenían entre los componentes del Escuadrón de Servicios de la Academia

En general era bueno, no es que hubiera una total identificación entre nosotros, pero no recuerdo haber tenido problemas con nadie... además, el hecho de encontrarnos allí gente de diferentes regiones de la antigua VIIª Región Militar, que incluía tambien a asturianos y leoneses, nos daba la oportunidad de ir conociendo a gentes de otros ambientes y a convivir con personas de distinto origen social, lo cual ayudaba mucho a entendernos y cuando era necesario a ayudarnos en esas pequeñas situaciones de necesidad que siempre surgen en estos ambientes, ya sabe.... algún pequeño favor, como cambios de servicio, siempre autorizados claro, o prestarnos algún objeto de carácter personal si era necesario..., aparte de intercambiar confidencias personales con los más allegados... etc. Ya sabe cosas de hombres o muchachos de 20 ó 22 años.

¿Cree entonces que dado que el Servicio Militar ayudaba a conocer y comprender las diferentes situaciones de los hombres que lo realizaban? ¿Tiene algún recuerdo de algún compañero en especial?

Sí, como le he dicho, la convivencia nos permitía ese tipo de contactos y conocimientos, que bueno no es que en aquella época no hubiera todavía posibilidades de viajar fuera de tu ciudad, pero dado que éramos de diferentes sitios, la "mili" nos permitía conocer un poco el ambiente fuera del nuestro propio habitual. En cuanto a lo segundo, recuerdo que había un muchacho de Palencia muy dicharachero que no paraba de contar chistes con una gracia especial, sería un "Leo Harlen" de la época, y nos alegraba bastante cuando nos reuníamos en la cantina o cuando coincidíamos en los ratos de descanso de las guardias o  refuerzos, sí. .si era realmente agradable y gracioso.

En otro aspecto ¿cómo recuerda usted a los mandos del escuadrón?... ¿A alguien en concreto?, ¿recuerda si eran muy exigentes o a alguien en especial?

Bueno pues sí hombre ...lógicamente allí el jefe que teníamos en cada destino era con el que más relación teníamos y con quien más convivíamos pues era el que nos daba las órdenes sobre lo que había que hacer y principalmente a lo que había que atender. En el garaje que era donde yo pasaba el mayor tiempo de mi servicio, el jefe que teníamos era el ... Teniente Bautista, sí el teniente Bautista efectivamente, aparte de que teníamos varios sargentos más que realizaban allí sus funciones, era este el jefe que más nos atendía y era un hombre pues bueno cordial, dedicado a lo suyo; él lo que quería es que todo saliera bien, que no hubiera problemas y si alguna vez teníamos alguna dificultad pues era quien se encargaba de proporcionarnos las piezas para hacer las reparaciones de los vehículos militares que allí teníamos, evidentemente no las íbamos a comprar nosotros....claro, y la verdad es que la relación con él en el destino era bastante cordial.

El capitán del Escuadrón... no me acuerdo como se llamaba, pero a mi particularmente me llamó la atención porque cuando yo me incorporé a la Academia después de la Jura de Bandera, me acuerdo de que me llamó por mi propio nombre: Felipe García Espinilla, tal cual  ¡caramba! ¿cómo es posible que este hombre se sepa mi nombre con todos los que llegábamos?, y yo me planteaba si se habría aprendido los nombres de todos... yo estaba convencido de que sí pues aunque no tuve ocasión de preguntárselo, este hombre era especialmente despierto y tenía una mirada impresionante que parecía que te analizaba cada vez que hablaba contigo, pero... tratábamos poco con él , solamente en los momentos que había algún acontecimiento en la Academia, actos , etc. y poco más.

Eso quiere decir que afortunadamente estuvo usted en pocas o ninguna ocasión arrestado, ¿no?

No, no... arrestado no estuve ninguna vez. Solo recuerdo, a modo de incidente, una ocasión en la que este hombre se empeñó en que yo, que ya era cabo, hiciera el curso de cabo 1º, algo que a mí no me interesaba porque yo tenía el pase pernocta y aprovechaba para ir a trabajar a un taller de aquí de la capital donde hacía unas horillas y me ganaba unas pesetillas que en aquellos momentos me venían fenomenal.... Entonces, este hombre me pareció que, en fin, se contrarió un poco conmigo y supuestamente me quiso, por decirlo de algún modo, castigar mandándome de maniobras a los Valles de Isaba y del Roncal, en Navarra y la verdad es que si el pensó que me iba a "jorobar" por eso, pues todo lo contrario porque la verdad "es que me dio el palo de gusto", ya que estábamos en tiendas de campaña, y para mi aquello era rememorar algunos de mis años de adolescente. A parte de agunatar el frío, me lo pasé fenomenal, pero bueno eso era lo de menos y como yo entonces tenía diecinueve añitos, estaba dispuesto a eso y a mucho más.

¿Tenían algún tipo de relación el personal de tropa con los Caballeros Alféreces Cadetes ¿qué recuerda en cuanto al trato y cuestiones diarias?

Bueno no, no había mucha relación, porque ellos iban a sus clases, seguían sus horarios y la relación que la tropa tenía con ellos era más bien escasa. El único contacto más directo que tuvimos fue con motivo de la celebración del Patrón del Arma de Caballería, Santiago, y, fueron los festejos que celebramos en la Academia en los que participamos todo el personal, tanto los cadetes como la tropa. Tuvimos competiciones deportivas, una serie de juegos y una comida especial para celebrar tal acontecimiento. Ese fue el momento que yo recuerdo más vivido y compartido con los cadetes.

¿Que sensaciones actualmente recuerda de su experiencia en el Servicio Militar y concretamente en la Academia de Caballería?. . ¿qué sensaciones le ha dejado?

A mi particularmente, el Servicio Militar me ha dejado una sensación de haber servido a la Patria, es decir yo soy un hombre convencido de que el Servicio Militar suponía un beneficio para tu Patria, lo cual entraba en contradicción, por decirlo de alguna manera, con algunos que compartieron conmigo aquellos momentos y que pensaban que era una tontería o una pérdida de tiempo y con otros que pensaban que no debía ser obligatorio. Yo pensaba particularmente que era bueno aunque fuera obligatorio y lo hacía de buena gana, porque yo tenía el convencimiento que era mi aportación como hijo de la Patria al bien común en definitiva y que era un servicio que lo hacía sin renegar en absoluto de mi origen de español,...Entonces lógicamente yo escuché de todo en la mili... y... bueno, a mi me chocaba mucho cómo algunos renegaban de todo lo habido y por haber ya que lo consideraban aquello una pérdida de tiempo y una tontería y como se decía antaño "ir a vestirse de romano". Me chocaba mucho todo aquello y además me molestaba que se expresaran de ese modo.

¿Cree usted, que esas opiniones, dado que estamos hablando de los años 74 y 75 especialmente confusos políticamente, pudieran estar un poco influenciadas por determinadas corrientes de carácter político contrarias al régimen del momento?

Sí...si, totalmente, allí se reflejaba una cierta influencia del ambiente político contrario al régimen del momento, estaba claro, ... pero tengo que decir que las opiniones eran a nivel muy particular y nada generalizadas y se hacían a modo personal, de forma muy escasa entre algunos.

Cuéntenos alguna anécdota personal de su Servicio Militar que considere positiva o negativa y que tenga algún especial recuerdo para usted.

Recuerdo especialmente el período del CIR, en el Centro de Instrucción de Reclutas nº 12 de EL Ferral del Bernesga.  Yo allí me lo pasé especialmente bien... y bueno en general de todo el Servicio Militar, de los veinte meses que estuve sirviendo a la Patria, no guardo absolutamente ningún recuerdo negativo. Me acuerdo con mucho cariño del período de instrucción porque aparte de conocer a la gente de otros sitios como ya he dicho antes, la propia instrucción era para mí, no voy a decir como una diversión, pero sí que sentía una satisfacción tremenda cuando realizaba los movimientos de orden cerrado. Esto me entusiasmaba y además me pilló en una edad en la que tenía una forma física "fuera de serie" por lo que aquello lo superé con mucha facilidad y como digo, me resultó muy fácil y cómodo.

Tanto es así que me apunté al curso de Cabos y recuerdo que nos dieron un libro para aprendernos lógicamente las instrucciones y responsabilidades que conllevaba ser Cabo de tropa, y recuerdo aquel artículo que debíamos aprendernos de memoria, "El Cabo como jefe más inmediato del soldado se hará querer y respetar de él, no le disimulará las faltas de subordinación... infundirá..., jejeje... exactamente... todo eso" jejeje. Cuando estábamos en las clases que nos daba el teniente Gardiayaguen... recuerdo, que nos preguntaba a los reclutas de cada compañía si nos habíamos aprendido el artículo 5º del cabo, algo que yo me había aprendido bien y cuando me tocó el turno de responder lo recité de memoria. Pero como ya lo habían respondido muchos anteriormente, el teniente entendió que la pregunta era fácil y que estaba "chupada" y se le ocurrió preguntarme por el artículo 21º; tal fue la casualidad que yo lo había estado repasando cinco minutos de tal forma, que lo respondí "de maravilla" y perfectamente  lo que le pareció fenomenal al teniente. El artículo 21º que decía así " El soldado estando de guardia, viendo acercarse hasta él cualquier persona o tumulto avisará a su cabo de guardia o a su jefe inmediato y hará uso de su arma reglamentaria en caso necesario"... total...je,je,.... me lo había aprendido yo en cinco minutos y cuando lo recité sin dudar, causó la admiración de todos mis compañeros que entendieron que yo era un "empollón de tres pares de narices", cuando la verdad es que nada más lejos de la realidad y en ese momento me gané la admiración de mis compañeros y del teniente que me dio la enhorabuena".

Es sorprendente su memoria sobre el reglamento y la anécdota, y, ya para finalizar ¿qué opina sobre el papel que representa la Academia de Caballería en el contexto social de la ciudad de Valladolid?

La Academia de Caballería es un gran monumento que identifica a la ciudad, está integrado en su historia y representa un enorme atractivo tanto para los vallisoletanos como para los visitantes de la misma. Creo que desempeña un papel fenomenal porque además de embellecer a la ciudad, la da prestigio como centro de formación de profesionales militares que tras su estancia en la Academia transmiten y propagan las buenas cosas y gentes que tenemos en la ciudad.

Pues ya, simplemente muchas gracias Sr. García Espinilla en nombre de la Academia y de la Asociación de Amigos de esta, por su amabilidad y `por el tiempo que nos ha dedicado en esta entrevista.

Un saludo