Los orígenes de los O´Donnell de España

16.10.2023

Por Juan María Silvela Miláns del Bosch

Introducción:

El lunes nueve de octubre de este año (2023), Valladolid ha homenajeado al príncipe irlandés Red Hugh O'Donnell con un desfile funerario. Una carroza tirada por dos caballos, portadora de un féretro, recorrió las calles de la ciudad, acompañada de seis franciscanos, cuatro soldados con antorchas y otros cuatros jinetes, todos con vestimenta del siglo XVI. El itinerario seguido por el cortejo fúnebre comenzó en el Palacio Real (Plaza de San Pablo) y, cruzando la Plaza Mayor, llegó hasta las calles de Santiago y Constitución.

Fotografía publicada por la Voz de Medina

La Asociación de Amigos de la Academia de Caballería ha considerado interesante dar una explicación de los motivos de esta celebración, mediante dos artículos escritos por el presidente de la misma, que se exponen a continuación.


Los orígenes de los O´Donnell en España:

Los medios de comunicación de Valladolid informaron, con mucho detalle, sobre unas excavaciones arqueológicas efectuadas en la calle Constitución de esta ciudad en el 2020. Se iniciaron el 18 de mayo de ese año en busca de los restos de la capilla de Las Maravillas del Convento de San Francisco. El citado cenobio fue expropiado forzosamente por la desamortización de Mendizábal (1936/37). Construido en el siglo XIII, sería prácticamente demolido durante el año 1837. Era enorme, pues abarcaba el terreno comprendido desde la actual Plaza Mayor hasta la calle de Montero Calvo.

El interés principal de la excavación era determinar el lugar donde estuvo ubicada la capilla de Las Maravillas. Allí, había sido enterrado, según un manuscrito gaélico del siglo XVII, el héroe independentista irlandés Red Hugh O'Donnell, fallecido por una infección en Simancas el 10 de septiembre de 1602. En ese mismo lugar, también estuvo enterrado Cristóbal Colón (20/V/1506); posteriormente serían exhumados sus restos para trasladarlos a Sevilla. La localización de dicha capilla pudo ser determinada, después de una investigación llevada a cabo por Juan Carlos Urueña y Oscar Burón, mediante el estudio de un plano de 1810. Según los responsables de la excavación, los restos del citado oratorio debían encontrarse en el subsuelo de la calle de la Constitución, entre las de Menéndez Pidal y Duque de la Victoria, que son perpendiculares a aquella; concretamente a la altura de los números 8 y 10 de un lado y la sucursal del Banco de Santander del otro.

El origen de esta actividad arqueológica fue consecuencia de la presencia en Valladolid de un peregrino del Camino de Santiago marítimo, el comandante retirado irlandés Brendan Rohan. Había desembarcado en La Coruña, con su mujer y en luna de miel, en el 2018; a continuación, pretendía terminar el camino jacobeo a pie hasta Santiago. Pensaban volverse por el mar Cantábrico hasta llegar a Francia y pasar posteriormente por Inglaterra, pero decidieron desviarse a Valladolid para visitar el lugar donde había sido enterrado el considerado como el Cid irlandés o como el escocés William Wallace y regresar a pie. Únicamente llegó a estar frente a la placa que lo recuerda en el callejón de San Francisco. Se dirigió al ayuntamiento en busca de información, pero hubo de volverse a Inglaterra sin conseguir ver la tumba de su compatriota. Este príncipe irlandés, con su tocayo Hugh O'Neill, fue quien organizó la resistencia contra la ocupación inglesa en defensa de su cultura gaélica y religión católica. Reinaba entonces en Inglaterra Isabel I, que pretendía imponer el protestantismo en Irlanda.

Oscar Burón tuvo conocimiento de la gestión realizada por este militar peregrino en el Ayuntamiento vallisoletano y decidió ponerse en contacto con aquél. Le confirmó entonces la existencia de relatos irlandeses que certificaban el enterramiento de Red Hugh en el desaparecido convento de San Francisco.

Excavación arqueológica en la calle Constitución, en Valladolid. Dirección: Jesús Misiego y Olatz Villanueva. Promueve: Ayuntamiento de Valladolid

Burón llevaba entonces más de un año investigando, junto con el fotógrafo Juan Carlos Urueña, la localización de la capilla de Las Maravillas del citado cenobio. Tarea que no era nada fácil, pues disponía de otras 32. Las referencias del comandante irlandés los animaron a intentar comprobar si habían acertado en el emplazamiento de la capilla y encontrar la sepultura de Red Hugh. La excavación fue favorecida por la circunstancia de haber sido encargado Oscar Burón, como arquitecto municipal, de transformar en peatonal el tramo descrito de la calle Constitución. Ambos sabían que al héroe irlandés le faltaban los pulgares de ambos pies y confiaban en encontrar sus restos. Para llevar a cabo la cata arqueológica, recurrieron a los arqueólogos Olatz Villanueva y Jesús Misiego.

En la cata arqueológica realizada fueron encontrados lo que parecen ser los restos de los muros de cierre y cimentación este y oeste, así como la base de la entrada, de la capilla y quedó pendiente el análisis de los 17 restos humanos exhumados. Presuponen que la mayor parte del oratorio está debajo de la sucursal del Banco de Santander, lo cual ha hecho imposible que los arqueólogos citados continuaran la excavación.

La capilla de Las Maravillas fue antes sala capitular, pero sería transformada posteriormente en oratorio para enterramiento de autoridades; allí se veneraba una Inmaculada Concepción, dogma del que los franciscanos han sido esforzados defensores hasta su proclamación por el papa Pío IX en 1854.

Excavación arqueológica en la calle Constitución, en Valladolid. Dirección: Jesús Misiego y Olatz Villanueva. Promueve: Ayuntamiento de Valladolid

Efectivamente, Red Hugh O'Donnell había venido a España a pedir ayuda a Felipe III para continuar su lucha contra la ocupación inglesa. Sin descendencia, uno de sus hermanos, Rory, le sucedió como príncipe y sería posteriormente el primer conde de Donegan (principado de Tyrconnell), una vez que aceptó ser vasallo de Inglaterra. Fue uno de los protagonistas del "vuelo de los condes", viaje que hicieron los aristócratas irlandeses en busca de ayuda a Europa; propósito que comenzaron por España al desembarcar en La Coruña y que no obtuvo los frutos deseados.

Mediante un engaño, el Lord Diputado (gobernador del territorio de Irlanda dominado por Inglaterra) había conseguido detener y encerrar a Red Hugh en el castillo de Dublín. Para ello, envió una goleta mercante con vinos y licores españoles a Donegan. El héroe irlandés, que tenía entonces sólo 15 años, no dudó en acudir y subir a cubierta, lo que aprovechó la tripulación, que había simulado ser también española, para apresarle.

El Lord Diputado quería evitar la unión de los principados de Tyrconnell (familia O'Donnell) y Tyrone (familia O'Neill), porque Red Hugh, próximo a sustituir a su padre como soberano, era partidario de la lucha contra el dominio inglés y de unirse para este fin a sus antiguos rivales de Tyrone. Los primeros, más débiles que los segundos, habían colaborado con los ingleses en sus luchas por la primacía en el domino del Ulster. En la prisión, Red Hugh hizo amistad con Art O'Neill, pariente de Hugh O'Neill, futuro príncipe de Tyrone y líder de la lucha contra la ocupación ingresa. Ambos jóvenes planearon escapar y huir a través de la gran paramera irlandesa hacia Ulster. La fuga la llevaron a cabo en invierno y después de sufrir un continuado maltrato durante cuatro años; por ello, Art no pudo resistir la dura marcha, ya que fueron perseguidos, y murió. No así Red Hugh, que sería socorrido a tiempo y únicamente perdió por congelación los pulgares de los pies.

Recuperado Red Hugh O'Donnell, se entrevistó con su tocayo del clan O´Neill y acordaron establecer una alianza en cuanto hubieran conseguido ser nombrados príncipes de Tyrconnell y Tyrone respectivamente. En 1592, Hugh Mac Manus renunció a la jefatura de su clan a favor de su hijo Red Hugh, que ya tenía 20 años; éste, una vez coronado príncipe, apoyó a Hugh O'Neill para que consiguiera hacerse con el poder en Tyrone. Se inició entonces la llamada Guerra de los Nueve Años de Irlanda, aunque no se circunscribió solo a la citada isla.

Si no todos, al menos la gran mayoría de los O'Donnell españoles son descendientes de Calvagh O'Donnell, de Lifford, hijo de Manus Ó Domhaill (en gaélico) hermano del padre de Red Hugh y casado con Joan O'Reilly. Uno de los hijos de Calvagh, Niall Garve, fue el traidor que facilitó el desembarco inglés en Derry (condado de Londonderry, al norte de Irlanda). Pretendía hacerse con el mando del principado de Tyrconnell. Otro de sus hijos, Conn, casado con Rosie O'Neill, sería el antecesor de los O'Donnell españoles (Nota 1).

Como consecuencia de la situación en que quedó Irlanda a partir de la derrota de los patriotas en la batalla de Boyle, ocurrida el 1 de julio de 1690 frente a la costa inglesa, en las proximidades de Drogheda,Joseph O'Donnell, descendiente de Conn y nacido en Castlebar en 1722, se vio obligado a emigrar a España con su familia. Era hijo de Calvagh Dubh, también de Castleblar (1690-1760), y de Mary O'Donnell de Newport. Tuvo cuatro hijos: Manus, del que se desconocen sus vicisitudes posteriores; Joseph, que dio origen a la rama española; Henry que emigraría a Austria; y Charles que se quedó en Irlanda.

El segundo hijo de Joseph O'Donnell O'Donnell, también llamado Joseph, ingresó en el Ejército español y llegó a ser general. Falleció en Zamora en 1787. Casado con la luxemburguesa María Anne Marguerite Anhetan Mareschal, tuvo siete hijos: José y Carlos Manuel (1772/1830), padre de Leopoldo, primer duque de Tetuán; a éstos les siguieron Alejandro, Francisco, Enrique, Beatriz y Leopoldo.

El mayor de sus hijos, José, nacido en Guadalajara y fallecido en Madrid (1836), fue caballero de la Gran Cruz de la Orden de San Fernando y Capitán General de Castilla la Vieja y Valencia. Se casó con Rafaela Clavería, fallecida en Madrid en 1851, y tuvieron dos hijas: Enmanuela y Rafaela.

La causa que obligó a Red Hugh O'Donnell a venir a España, con el fin de pedir ayuda a Felipe III, fue la derrota sufrida por los patriotas irlandeses el 3 de enero de 1602 en las proximidades de Kinsale, mientras intentaban levantar el cerco inglés a esta ciudad, defendida por un ejército español (se expone en el siguiente artículo). Marcaría el punto de inflexión en el intento de dominio total de Irlanda por parte de los ingleses. Inglaterra siempre la había considerado posesión suya. Felipe III, que había apoyado a los irlandeses sublevados, firmaría la paz con Inglaterra dos años después. Desde entonces, el Reino Unido mantendría la isla en su poder hasta el siglo XX (1922).

NOTA 1: Conn era hijo de Calvagh y padre de Conn Óg. A éste le siguieron: Manus, Calvagh Roe (en gaélico), Hugh Roe, Calvagh Dubh, Joseph nacido en Irlanda (1722) y muerto en Zamora (1787) y José, padre de Rafaela.